Mi primera entrevista

Ahí voy yo, una persona que habitualmente trata con ordenadores, a la primera entrevista de trabajo después de muchos años en un espacio semiprotegido (laboralmente hablando).

Lo primero es la facilidad que tenga uno para venderse, en mi caso bastante modesta pues nunca me han gustado las artes comerciales ni las negociaciones, sino las ciencias exactas y los código máquina de los "PeCes" con los que me entiendo a las mil maravillas (y sólo me dan disgustos cuando me dejan tirado por un reset intempestivo ó un duende electrónico ó un cuelgue de Internet) y no con las personas ¡que son más volátiles que la Bolsa!.

Llego impecable (y con todo el fotomatón en el bolsillo porque no tenía ni una maldita foto con traje y corbata - que la odio porque me recuerda a los ahorcados) y con 15 minutos de adelanto para dar signos de puntualidad.

Me reciben muy cordialmente (había 5 plazas en la oferta de trabajo y hasta ahora sólo nos habíamos apuntado 2) y me hacen esperar los 15 minutos hasta la hora de la entrevista en punto (muy formales ellos) porque antes estaba el otro (o sea, la competencia). Mientras tanto veo unas vistas del centro de Zaragoza a las que no estaba acostumbrado desde la fábrica del Polígono de Malpica.

Cuando me llega mi hora, me recibe la directora de RRHH y se inicia la entrevista.

Ella ya ha leido mi currículum en InfoJobs.net pero me pide más información de primera mano y yo, novato en estas vicisitudes, le cuento todo lo que quiere saber con la mayor sinceridad (¿será bueno ser sincero en estos casos ó habrá que saber mentir aunque sea un poquitín?) y es que yo no sé mentir ni a mi querido portátil porque las máquinas no saben trabajar con mentiras (y sino que se lo pregunten a los robots de montaje industrial). Para vuestra información, he leido mucho sobre la revolución de las máquinas, con tintes de ciencia-ficción y creo que, cada vez, está más cercano el momento en que se apoderen de los humanos (o no es así, con tantos gadgets tecnológicos de los que no sabemos prescindir ni nosostr@s ni nuestr@s hij@s) porque toda la información personal está dentro de las bases de datos de los ordenadores repartidos por todo el mundo (por decir la verdad, ya tengo el currículum en, por lo menos, tres bases de datos, eso sí, cada uno escrito con una plantilla diferente, que en eso no se replican aún).

Después de volverle a contar toda mi experiencia profesional, que viene al caso con la solicitud de la oferta de empleo, y de comprobar que tengo el perfil adecuado al puesto de trabajo que ofrecen, saltamos a la negociación de ¿por cuánto estarías dispuesto a venderte?

Gran pregunta que tiene multitud de respuestas, yo muy en mi línea, contesto que "Depende de las condiciones del puesto".

Quiero decir que:
- si me concilian la vida laboral y familiar,
- si me respetan el horario laboral,
- si ante un esfuerzo extra, me lo compensan,
- si no mezclan en el puesto "churras y merinas" ó "el tocino con la velocidad"
- si la responsabilidad es adecuada a las contraprestaciones.
- si no hay agravio comparativo entre los jóvenes que he visto en la oficina y yo.
- si me ofrecen un salario acorde con mis capacidades y experiencia demostrada.
- si... (hay más puntos suspensivos que me callo porque no me favorecerán en próximas entrevistas)

A los cincuenta y cinco minutos de entrevista ya tenía la directora un esquema formado de mi perfil (en todo cumplía los requisitos del puesto) y la decisión tomada (excepto en el sueldo muy por debajo de mis expectativas: mantenimiento de mi poder adquisitivo).

Me despidió con un amable, "En cuanto le pase tu perfil al director técnico te llamaremos para una segunda entrevista" - ya he recibido el aviso por SMS ¡viva la tecnología! de que estoy excluido de la selección...

Menos mal que "La falta de programadores alarma al sector tecnológico aragonés", según leí ayer en el HERALDO.es.
¿O será que lo que falta es pagar los sueldos de Madrid y Barcelona aquí en Zaragoza?

No dejes de leer las "Preguntas que te pueden hacer en tu próxima entrevista de trabajo" del ex-compañero Roberto.